Una y otra vez la bestia embestía contra ella con colmillos y garras por delante, sus ojos ambarinos brillaban con una furia irracional y de su boca caía baba espumeante, Ella iba seccionando los miembros de la bestia en cuanto se ponia al alcanze del filo de su katana, pero la bestia se regeneraba en cuestion de segundos. Era un baile sin fin que no acabaría con la muerte de ninguno de ellos. De pronto la bestia lanzó una llamarada de entre sus fauces y Karynn se levantó gritando y empapada en sudor.
-Otra vez ese sueño-. Llevaba un mes soñando lo mismo una y otra vez. Miró por la ventana haciala oscuridad de la noche y luego cogió su movil para comprobar la hora, las cuatro de la mañana.
-Como no, y mañana a clase- pensó
Se dirigió con pasos vagos al baño para limpiarse el sudor de la cara, cuando levantó la mirada al el espejo la imagen de la horrible bestia que la acosaba por las noches se sobrepuso a la suya por unos instantes, esos horribles ojos ambarinos de nuevo la miraban con la furia del fuego, y de entre sus colmillos escapaban pequeñas volutas de humo. Su peludo hocico se arrugó dejando ver sus dientes mortalmente afilados, el pelo de la nuca se le erizó y de el interior de su garganta nació un gruñido sonoro y profundo, en el momento en el que el sonido se apagó la imagen del espejo volvió a reflejar a una Karynn palida, con los ojos a punto de salirsele de las orbitas y preguntandose sino seguiría soñando. Recuperandose del shock Karynn sacudió la cabeza diciendose a si misma que seguramente despues de tanto tiempo soñando lo mismo su imaginacion le habría jugado una mala pasada. Despues con cuidado de no volver a mirar el espejo, Karynn se lavo la cara intentando desterrar de su imaginacion aquella imagen.
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